VAMOS A ENTRAR EN UN TEMA DE AMOR, SUSPIROS Y PALPITACIONES, AL MEJOR ESTILO DE CUPIDO Y LOS CORAZONES ROJOS….
“Ve y grita a los oídos de Jerusalén: Esto dice Yahvé: De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu noviazgo; cuando tú me seguías por el desierto por tierra no sembrada” (Jr. 2,2) Palabra de Dios, te alabamos Señor.
Sinceramente hace días quería escribirles acerca de este texto que leímos, es fuerte la expresión, ¡bonita pero fuerte!, imagínate a Dios diciéndote “recuerdo tu cariño de joven” recuerdo cómo iniciaste con tanto fervor, recuerdo cómo te dabas sin condición a las cosas de la Iglesia “cuando tú me seguías” por donde fuera incluso en medio de los desiertos…
Pero con el pasar del tiempo, se nos muere el amor, tiene fiebre de frío, se nos calló de la cama cuando lo empujó el hastío, entre Dios y uno. Hay una canción muy buena de martín Valverde que se llama “Ya no es como ayer” y tiene que ver no mucho sino todo con esto que les escribo…
Ahora quiero que entremos a las palabras del texto porque ese cariño se manifiesta con la palabra Jésed, y designa aquí como motor afectivo de la fidelidad en las relaciones dentro de la Alianza entre la nación israelita y Dios. En Oseas hay aún más sobre ese Jésed: “Te haré mi esposa para siempre, te desposaré en justicia y en derecho, en amor y en compasión; te desposaré en fidelidad y tú conocerás a Yahvé” (Os. 2,21)
Como queda dicho, la palabra Jésed manifiesta en primer lugar un vínculo de un compromiso, pero en Dios este término expresa fidelidad a su Alianza, y la bondad que de ahí se sigue con respecto al pueblo elegido. Éste Jésed de Dios pide también en el hombre el Jésed, es decir, el don del alma, la amistad confiada, el abandono, la ternura, la piedad, en una sola expresión: el amor que se traduce en una alegre sumisión a la voluntad de Dios y en la caridad con el prójimo. Y esto es lo que Dios pide de ti!!! Lo puedes creer: él te hace partícipe de su amor pero al mismo tiempo te exige una respuesta en concreto.
Así como Dios se da a conocer al hombre por una alianza que se manifiesta en el amor (jésed) con todos sus beneficios, así también el hombre “conoce a Dios” por uan actitud que implica fidelidad a su alianza, el reconocimiento de sus beneficios, el amor.
Esto textos te ayudarán a profundizar aún más en este tema: Os. 2,21 ; 2,16-17 / Jr. 11,15 / Ap. 14,4 / Ex. 13,17
UN ABRAZO FRATERNO: Fray Esteban Mora Garita