... ese escalofrío es por pensar en el tiempo que la Iglesia lleva celebrando ese Misterio, escalofrío que emociona, que alegra, que entusiasma, que llena de algo... y me pregunto: ¿y este año que pedirá el Señor Jesús?; ¿qué hará Dios esta Semana Santa?; ya el año pasado en el Convento San Fco de Asís en Cartago Dios se lució durante la semana, y es que aquella noche de la Vigilia Pascual fue... fue... ¡es que no hay palabras!
Yo siento un susurro de Dios que me habla de una "segunda conversión" (en la primera uno se entrega a Dios, lo conoce, tiene un primer encuentro), es decir, una segunda conversión que implica la ENTREGA TOTAL, que implica un abandono... siento que Dios está pidiendo un abandono en Él.
¡Sí! eso es, claramente DIOS ESTÁ PIDIENDO-ME UN ABANDONO me ha traído a otro lado, me ha sacado de la comodidad, de mi zona de confort, de lo conocido, me ha sacado de mi tierra, de mi familia, de mis amistades, me alejó de mi director espiritual, me ha traído a otro lado, me ha vaciado, me ha descentralizado, ahora solo estoy centrado en Él, ¡concentrado! como dice la canción:
¿cómo no te voy a adorar?/
tu gracia va inundado todo mi corazón/
por esa paz que me llena de alegría mi ser/
"¿cómo no te voy a adorar?/
Señor Jesús mi salvador, amor eterno, amor divino/
ya no falta nada, lo tengo todo, te tengo a ti/
En este momento -con lágrimas de regocijo en Dios- que estoy escribiendo y escuchando esa canción que ha usado el Espíritu para tocar mi corazón entiendo que la voluntad del Padre Dios era traerme acá, a estar con Él, no tener a nadie ni nada, para estar con Él, un abandono... UN ABANDONO!!! un paso (pascua) de entrega total, de entregarle todos mis sentidos, todo el entendimiento, todo el corazón, toda la voluntad -como dice la oración sencilla de San Ignacio de Loyola-, hoy les comparto esto... DIOS NOS LLAMA AL ABANDONO en Él, a no tener nada mas que a Él, no tener a nadie mas que a Él.
Esta Semana Santa 2015 Dios llama a vivirla EXCLUSIVAMENTE en Él... espero que esta nota te sirva de algo... ¡Dios está hablando!
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
un abrazo fraterno, paz y bien.