No sé si a todos y todas les pasa esto... pero cuando empiezo a acomodar mis cosas en el cuarto lo que me hace demorar tanto tiempo no es tanto la cantidad de cosas que me toca acomodar, sino el tiempo que me detengo a apreciar, recordar, revivir... por ejemplo cuando saco libros de la caja, cuando reviso sus páginas, me detengo a RELEER las cosas, revisar rápidamente los apuntes.
Entre ellos me topé con el clásico de Antoine de Saint Exupery... y tenía remarcado esta parte:
"Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré.
A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad!
Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...
Los ritos son necesarios".
LOS RITOS SON NECESARIOS, pero no desvanecía la intensidad del sonido, al contrario aumentaba...
LOS RITOS SON NECESARIOS... Entonces se me viene a la mente lo que corresponde a la VIDA ESPIRITUAL.
Necesaria y vitalmente (cosa de vida o muerte) hay que hacerse de un RITMO para orar, para reflexionar, para el ESPÍRITU, un RITO que nos ayude a preparar el corazón -como el zorro en el cuento mencionado-, un RITO que nos ayude a entusiasmarnos con el Señor, a ver la vida con otros ojos, con la mirada de Dios, un RITMO o RITO equivalente a cosas que nunca olvidaríamos hacer como comer, bañarse, cepillarse los dientes, escuchar la canción del día... ORAR... dedicar un rato al Señor... un RITO de esos que"son necesarios" para el alma...
un abrazo fraterno: Fray Esteban
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