¿Qué me habrá pasado?, ¿qué es esto?, acaso lo olvide o empecé a dejar de hacerlo...

¡creo que nadie se salva de pasar por este callejón en donde asustan!
Ha pasado mucho tiempo y de repente me dí cuenta que lo había dejado de hacer, ¿acaso no te ha pasado?, es vergonzoso para uno mismo verse en un torbellino de todas las cosas menos de las que uno ama hacer, siempre prediqué y pensé que los desiertos, las sequías y similares eran cosa mala... pero ¡oh sorpresa! en realidad estar en SEQUIA es una rara bendición, un momento interesante para madurar, para replantear, para tomar fuerzas, para meditar, para estar a solas con uno mismo (y con Dios claro).
Es la sorpresa que se llevó SAN SERAPIÓN en el siglo IV de la era cristiana, este monje se dio cuenta que en Roma había una mujer que había decidido vivir "encerrada" en una habitación (celda religiosa) consagrada a la oración, entonces el monje -que tiene nombre a "mamá no me quiere"- emprendió un viaje para conocerla, cuando llegó a Roma y por ende al sitio donde estaba esta mujer consagrada en vez de saludarla le preguntó: ¿que haces siempre sentada aquí?, y ella le respondió: "no estoy sentada, SIEMPRE ESTOY EN MOVIMIENTO"...
Aún en SEQUÍA siempre estamos en camino... NI UN PASO ATRÁS
un abrazo fraterno: Fray Esteban
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